miércoles, 14 de octubre de 2009

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La izquierda latinoamericana en su laberinto: balance y perspectivas

Guillermo Ruiz Torres*

América Latina enfrenta una multiplicación de gobiernos de centroizquierda: Chávez en Venezuela, Kirchner-Fernández en Argentina, Lula en Brasil, Tabaré Vásquez en Uruguay, Morales en Bolivia, Ortega en Nicaragua, Bachellet en Chile y Mauricio Funes en el Salvador. Desde hace unos años, parte de la prensa y la academia en Occidente y América Latina anuncian un renacimiento de la izquierda latinoamericana, con la que se avizoraría el comienzo de una nueva era: el fin del modelo hegemónico neoliberal en esta parte del continente y la construcción de una sociedad más justa e igualitaria (Thimmel 2005). Autores más críticos señalan que esta “avalancha izquierdista” expresa tan sólo la necesidad de un replanteamiento del modelo capitalista, que bajo la égida neoliberal necesita remozarse (Petras 2004; Boris 2005). Estas cuestiones nos llevan a preguntarnos ante qué izquierda latinoamericana nos encontramos. Dicha interrogante nos plantea, además, un problema metodológico porque no podemos dar una respuesta global ante un fenómeno, el desarrollo de la izquierda, que tiene lugar en países diferentes, bajo situaciones históricas, económicas, políticas, sociales y culturales disímiles. Pero sí podemos identificar similitudes y paralelos ligados al predominante modo de producción capitalista, así como a la histórica relación de dependencia de los países latinoamericanos con Estados Unidos y el gran capital internacional. Para responder esta pregunta, primero, pretendo identificar las transformaciones y tendencias fundamentales que se pueden observar en las últimas décadas en la izquierda latinoamericana. En segundo plano, analizaré la ideología y programa de los gobiernos de centroizquierda. De esta manera, pretendo esclarecer en qué medida cabe hablar de un renacimiento de la izquierda en América Latina y hacia dónde nos lleva este supuesto “aluvión izquierdista”. Por último, analizaré las transformaciones que se han producido en los movimientos sociopolíticos, más conocidos como movimientos sociales, a partir de los años ochenta. Me ocuparé tales movimientos porque tradicionalmente han estado ligados a la izquierda e incluso impulsaron, en muchos casos, su desarrollo. De esta manera, fueron además los depositarios de la esperanza de transformación social durante las últimas décadas. En este trabajo, un partido o movimiento se define de izquierda cuando su ideología y programa político tienen como objetivo la redistribución del capital producido por la sociedad en favor de las capas más pobres, la supresión del modelo neoliberal, la participación de todos los ciudadanos en la toma de poder de decisiones económicas y políticas, la supresión de relaciones de explotación, de clase, género y origen étnico. Este tipo de partidos y movimientos se han circunscrito en la tradición clásica de la izquierda latinoamericana que apuntaba a construir una sociedad socialista. A este respecto, “la izquierda” sigue siendo un concepto muy extenso que permite la inclusión de programas y partidos de los más diferentes. Sin embargo, excluyo de esta definición a partidos que en el papel se consideran socialdemócratas, como el Partido Aprista Peruano (PAP) o el Partido de la Revolución Institucional (PRI), de México, porque sus políticas siempre han estado alejadas de ideales igualitarios y, más bien, se han dirigido contra los intereses de las capas más empobrecidas de la población.

Del socialismo a la izquierda “(post)moderna”

Un fenómeno que caracteriza al grueso de la izquierda latinoamericana, en los últimos veinte años, es el cambio de paradigma a partir de la caída del Muro de Berlín, y el desmembramiento del sistema soviético y sus estados satélites en Europa del Este. El ideal de la construcción del socialismo fue desapareciendo paulatinamente en los programas de las izquierdas latinoamericanas. Se reforzó la percepción que no hay alternativa al capitalismo y que este sólo se puede acicalar de una manera más social. El sueño de una sociedad sin opresores ni oprimidos quedó relegado a los empolvados libros de materialismo histórico. Pero esta despedida del ideal socialista también tuvo un cuño pragmático. Una parte importante de partidos izquierdistas, de ideología afín a la otrora Unión Soviética, eran dependientes de su apoyo económico. Estas organizaciones y sus dirigentes medraron durante muchos años de las migajas de los soviéticos a cambio de seguir a pie juntillas sus dictámenes. En el Perú, el partido más fiel a la égida soviética fue el Partido Comunista Peruano de Jorge del Prado, que desde los años ochenta acentuó su ya crónica decadencia.

*Estudió Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Luego, hizo estudios de Ciencias Políticas en la Universidad Libre de Berlín. Fundó la banda de hardcore KAOS, de la cual fue vocalista, en la escena musical peruana de los años 80. Ha sido lector invitado en Frankfurt am Main y en la Universidad de San Carlos de Guatemala, y tiene varias publicaciones sobre el Estado, la democracia y los movimientos sociales en América Latina; así como sobre racismo, migración e integración.


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Intermezzo Tropical nació como una revista de investigación dedicada a temas de cultura y política.Desde su fundación, IT se propuso ser un espacio de debate y discusión para sumar fuerzas contra el autoritarismo y las viejas prácticas antidemocráticas de los grupos dominantes en el Perú. Así los temas que nos preocupan están vinculados a la vanguardia latinoamericana, las relaciones entre política y cultura, cuerpo y género, literatura y migración.La edición de la revista terminó el 2008 y actualmente es un proyecto editorial que trabaja con poesía, novela y ensayo.